Hay años que el invierno no llega a serlo, se queda en poco más que en otoño chungo. Pero esta año no ha sido así, este año se ha comportado, ha habido invierno de verdad.
Aprovechando la situación decidimos estrenarnos como raqueteros.
Alquilamos un par de raquetas (cada uno), en la estación de Cotos y disfrutamos de ellas por los alrededores.
El paisaje era espectacular en cada rincón por el que pasábamos.
Agua, nieve, hielo y carámbanos.
Laderas nevadas.
Y arroyos claros.
Mi compañero de aventuras.
Un piorno en el bosque.
¿Un bañito en la poza?
El sol hace aparece de vez en cuando y nos muestra todos los tonos de la nieve/hielo.
El Macizo de Peñalara.
Más a lo lejos La Sierra del Ayllón.
David haciendo gemelos con Peñalara al fondo.
A cierta altura no cualquier pino es capaz de sobrevivir.
Subiendo a la Loma del Noruego.
Pistas de Valdesquí.
Cumbre de Peñalara con la Loma de la Hermana Mayor en primer plano.
Los famosos Pulmones de las Cabezas de Hierro. Incluso se ven algunos escaladores en la cascada de hielo.
Paseando entre pinos por la Loma del Noruego.
Jamas había visto unos copos de nieve con esta forma, autenticas estrellas, como las de la sopa.
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