El Reajo Alto - 30 Noviembre 2008

Clasificación MIDE

Valoración del MEDIO
-Eventualidad de que una caída de un excursionista sobre el propio itinerario le provoque una caída al vacío o un deslizamiento por la pendiente
-Paso probable por neveros o glaciares, independientemente de su inclinación
-Alta probabilidad de que por la noche la temperatura descienda de 5º C y la humedad relativa supere el 90%
-Paso por lugares alejados a más de 3 horas de marcha (horario MIDE) de un lugar habitado, un teléfono de socorro o una carretera abierta
-Paso por lugares alejados a más de 1 hora de marcha (horario MIDE) de un lugar habitado, un teléfono de socorro o una carretera abierta
-La diferencia entre la duración del día (en la época considerada) y el horario del recorrido es menor de 3 horas
-En algún tramo del recorrido, una eventual disminución de la visibilidad por fenómenos atmosféricos (que no se juzguen infrecuentes) aumentaría considerablemente la dificultad de orientación
-El itinerario, en algún tramo, transcurre fuera de traza de camino y por terreno enmarañado o irregular que dificultaría la localización de personas
Orientación en el ITINERARIO
-No existe traza sobre el terreno ni seguridad de contar con puntos de referencia en el horizonte. El itinerario depende de la comprensión del terreno y del trazado de rumbos.
Dificultad en el DESPLAZAMIENTO
-Marcha por sendas con gradas o escalones irregulares de distinto tamaño, altura, rugosidad e inclinación. Marcha fuera de senda por terrenos irregulares. Cruces de caos de piedras. Marcha por pedreras inestables.
Cantidad de ESFUERZO
-Hora salida: 08:13
-Hora llegada: 17:40
-Duración incluida paradas: 09:27
-Distancia: 20,70 km
-Altitud máxima: 1837 m
-Ascensión acumulada: 1325 m
-Máxima pendiente: 43,91%
-Mínima pendiente: -44,33%
-Velocidad media: 2,1 km/h (incluidas paradas)
-Máxima pendiente con nieve: 43,91%
-Mínima pendiente con nieve: -44,33%
Dificultades Técnicas Específicas
-Nieve:
Durante casi la totalidad de la ruta nieve en polvo
Resumen de la ruta por QuiQue
Cramponer@s: Jose, Candelas, Juan y QuiQue

La semana transcurría alborotada climatológicamente hablando. Por un lado era una alegría ya que estábamos ansiosos por encontrarnos la sierra con nieve y desde luego que cuando las nubes clareaban y desde Madrid veíamos las montañas, la estampa era realmente prometedora. Pero por otro lado teníamos cierto temor a que el domingo fuera un día malo y nuestros planes se fueran al garete. No obstante habíamos decidido salir y al menos acercarnos al punto de inicio a ver que tal.

El viaje desde Madrid fue esperanzador, no llovía y en la oscuridad no se apreciaban nubes demasiado preocupantes. El termómetro del coche nos indicaba con constancia temperaturas gélidas bordeando los 0ºC, pero eso no nos asustaba, no se puede pretender encontrar nieve y al mismo tiempo pasar calor, el frío es parte del lote. Así que poco antes de las 08:00h de la mañana nos encontrábamos intentando llegar a la plaza del ayuntamiento de Villavieja del Lozoya atravesando sus estrechas y heladas callejuelas con "ruedas de plomo".

Como siempre las novedades en la vestimenta de montaña que últimamente las contamos por salida. En esta ocasión la prenda protagonista era la primera capa inferior, es decir, las piernas. Jose había adquirido unas mallas térmicas; Juan estrenaba otras que ya tenía pero aun no había usado en montaña; QuiQue, con un par de crampones, unos calzoncillos largos de los que antaño vestían nuestros abuelos y Candelas (le dejo el último no por falta de educación) unas medias de meretriz tan sexys que podría haberse quedado en el Paseo Camoens haciendo la calle y con seguridad triunfando, ¡que porte!, ahora mientras escribo estas líneas entiendo por qué quería salir en todas las fotos, se sentía atractivo.

A las 08:13h empezamos a andar en dirección Oeste desde la Plaza Mayor por la Calle del Pez y pasando por delante del bar que al regreso nos serviría como lugar de descanso e hidratación (no recuerdo el nombre, pero creo que es el único que hay en el pueblo). Unos pocos pasos nos sitúan en la Carretera de la Sierra y otros pocos más sobre esta nos llevan a la Calle de los Gallegos, a nuestra derecha. Esta calle no está asfaltada y la capa de nieve que había caído por la noche nos mostraba un panorama, para nosotros, excitante ¡pisábamos nieve virgen desde el comienzo de la ruta!. Ahora simplemente consistía en seguir esta calle en dirección Noroeste hasta un lugar llamado el Descansadero de Sestil del Raso de la Cruz donde la pista se divide en dos. Nosotros siguiendo el itinerario que proponen en la web de Villavieja del Lozoya cogimos el ramal de la derecha y luego buscamos un sendero que sube paralelo al Arroyo de los Robles. Lo buscamos pero no lo encontramos ya que la capa de nieve y la ausencia absoluta de hitos nos hacía depender casi por completo del "jipiese" y nuestra propia experiencia.

Hasta aquí el paisaje en esta época del año es soberbio, Una semi-llanura completamente nevada plagada principalmente de robles y algún acebo majestuoso, de los más grandes que jamas he visto. Al fondo los Montes Carpetanos con sus cumbres cubiertas por una densa niebla. El camino plagado de huellas de animales: zorros, roedores, como no vacas e incluso algún ave haciendo eses; daba la sensación que por la noche los animales se habían juntado a disfrutar de la fiesta del sábado y que la vuelta a casa se había hecho un poco durilla.

Después de subir en dirección Oeste, y tras atravesar dos veces el camino que salia a la izquierda en la bifurcación descrita antes nos topamos por tercera vez con el mismo tomándolo, ahora sí, hacia nuestra derecha hasta encontrarnos con una pronunciada curva que pasa por encima del Arroyo de Villavieja, en un lugar llamado la Ladera del Duque. Aquí deberíamos tomar un sendero que viaja paralelo al arroyo pero que al igual que en la ocasión anterior ni se veía, ni había hitos que pudieran guiarnos así que después de unos metros de nieve muy blanda decidimos parar a almorzar. Ya llevábamos casi 8km y eran las 10:45, andar por la nieve tan blanda fatiga bastante y era el momento oportuno. La parada no fue muy prolongada, al estar parados el frío se cuela hasta en los huesos y en aproximadamente 45 minutos iniciamos de nuevo la ascensión.

Nuestro siguiente objetivo se encontraba a aproximadamente dos kilómetros, ¡pero que dos kilómetros!. Entre el sube baja, la nieve, los repechos y el frío en aumento tardamos más de hora y media en alcanzarlo. Jose decía que nunca había pisado tanta nieve virgen junta, prácticamente no encontramos hielo con lo cual los crampones no salieron de la mochila, pero si es cierto que el andar abriendo vía en zonas con una capa de nieve que como media podríamos decir que tenía unos 30cm es bastante fatigoso. La manera de caminar es diferente, tienes que estar constantemente buscando la forma de no resbalar y ese esfuerzo extra repercute especialmente en los gemelos, pero la verdad es que es un gustazo pasar por sitios donde aprecias el aislamiento, la naturaleza, la libertad y cualquier rayo de sol que asome.

A las 13:17h llegamos a la Pista Horizontal. Este camino une el puerto de Navafría con el de Somosierra a una altura media de unos 1850m durante unos 40 km. La postal alucinante, todo el camino cubierto por una gruesa capa de nieve y al encontrarse a una altura considerable los pinos habían dejado de hacer acto de presencia dando paso al durísimo piorno. El tiempo malísimo, fuertes y frías rachas de viento del Norte, la cima tan cubierta de niebla que ni tan siquiera se adivinaba el Lomo Gordo a menos de un kilómetro de nuestra posición. Veíamos como por encima de nuestra cabezas las nubes viajan a gran velocidad en dirección Sur. Donde nos encontrábamos nosotros lucía el sol, pero unos pocos kilómetros al Norte en La Peñota veíamos unas nubes más negras que el carbón que daban verdadero pánico. Así que utilizamos la principal premisa del montañero "la montaña sigue y seguirá ahí" con lo cual decidimos abortar la ascensión. Tan cerca pero tan lejos, creo que hicimos lo correcto.

Con la desilusión de no haber llegado arriba, tomamos la pista horizontal en dirección Sureste al principio y Suroeste después y tras andar casi dos kilómetros buscamos un cortafuego que en dirección Sur baja hasta una pista forestal que hace una curva justo encima del Arroyo del Chorro. La bajada por el cortafuego fue casi esquiando con las botas, ¡que gozada! pero casi mejor fue llegar al puente sobre el arroyo donde el camino estaba completamente cubierto por la nieve y la imagen invitaba a tirarse sobre el camino y disfrutar como niños. Así lo hicimos, no penséis que no.

Una vez aquí, y como habíamos ahorrado algo de tiempo al no subir a las cumbres, decidimos cambiar de nuevo el itinerario y pasarnos a visitar el Chorro de San Mamés que aunque no entraba en las previsiones lo teníamos cerca. En el mapa aparecía un sendero que llega al Chorro desde el Sur, no lo conociamos pero hoy llevábamos tanta aventura buscando senderos que uno más no nos iba a suponer ningún problema. Atravesamos el puente y subimos por la pista forestal durante aproximadamente 1 km hasta encontrar un sendero a nuestra izquierda que al principio sigue unos metros paralelo a la pista y luego cambia radicalmente de dirección buscando la chorrera. El comienzo de la senda, aunque no llegamos a verla simplemente la intuíamos, es cómodo; incluso vimos una pareja de asustadizos corzos. Luego, ya cerca del chorro el paso se convierte en muy complicado ya que atraviesa una zona de piedras congeladas con una considerable capa de hielo.

Llegamos al chorro a las 15:22h tras llevar recorridos 13,14km. La cascada es digna de visitar, hay una ruta sencilla que parte desde el mismo pueblo recomendable para cualquier edad y condición. Nosotros decidimos parar aquí a comer, desde que partimos era el primer lugar donde podríamos apoyar nuestras posaderas sin tener que hacerlo en algún lugar nevado o húmedo. Y así entre bocatas, fotos y buena conversación disfrutamos de media hora de merecido descanso retomando de nuevo la marcha a las 15:50h.

Una vez recuperados comenzamos a bajar por la senda que transcurre paralela al arroyo dejando este a nuestra derecha. Tras aproximadamente un kilómetro topamos de nuevo con la pista forestal que habríamos andado si hubiéramos seguido el itinerario previsto en un principio. A partir de aquí todo el trayecto transcurre casi en su totalidad por cañadas reales entre prados, robles y vacas en una casi constante bajada de unos 500m. Llegamos al pueblo a las 17:40h y después de cambiarnos el calzado y ver que nuestras botas habían soportado muy bien la humedad nos dispusimos a dar cuenta de unas jarras de cerveza en el bar y local de reunión local donde nos trataron estupendamente y pudimos disfrutar de la amabilidad de la gente del pueblo. Así da gusto, otra gran marcha con buena compañía, final feliz y convencidos de que habíamos hecho lo correcto al abortar el final de la ascensión al Reajo Alto. Y lo mejor es que sigue ahí ¡volveremos!

Para leer más sobre los preparativos de la ruta, pincha aquí


Vídeo de la ruta por Juan

Descarga de archivos

muy pronto

Mapa desde Wikiloc