Monte Abantos - 08 Febrero 2009

Clasificación MIDE


Valoración del MEDIO
-Exposición en el itinerario a desprendimientos espontáneos de nieve o hielo
-Paso probable por neveros o glaciares, independientemente de su inclinación
-Alta probabilidad de que por la noche la temperatura descienda de 5º C y la humedad relativa supere el 90
-En algún tramo del recorrido, una eventual disminución de la visibilidad por fenómenos atmosféricos (que no se juzguen infrecuentes) aumentaría considerablemente la dificultad de orientación
Orientación en el ITINERARIO
-Aunque el itinerario se desarrolla por trazas de sendero, líneas marcadas por accidentes geográficos (ríos, fondos de los valles, cornisas, crestas...) o marcas de paso de otras personas, la elección del itinerario adecuado depende del reconocimiento de los accidentes geográficos y de los puntos cardinales.
Dificultad en el DESPLAZAMIENTO
-Caminos con diversos firmes pero que mantienen la regularidad del piso, no presentan gradas muy altas, y permiten elegir la longitud del paso. Terreno apto para caballerías. Campo a través por terrenos uniformes como landas, taiga y prados no muy inclinados.
Cantidad de ESFUERZO
-Hora salida: 08:26:14
-Hora llegada: 15:55:58
-Duración incluida paradas: 07:29:44
-Distancia: 12,53 km
-Altitud máxima: 1696 m
-Ascensión acumulada: 900 m (estimación)
-Máxima pendiente: 42,97% (una subida a un ñasco)
-Mínima pendiente: -34,30%
-Velocidad media: 1,6 km/h (incluidas paradas, una de ellas en un bar de casi una hora)
-Máxima pendiente con nieve: 42,97%
-Mínima pendiente con nieve: -34,30%
Dificultades Técnicas Específicas
-Nieve:
Camino fácil pero al aumentar la altura aumentaba la capa de nieve, tan blanda que incluso con raquetas era sencillo tocar suelo. Algunos tramos con una capa de nieve superior a 1 metro.
Resumen de la ruta por Jose
Cramponeros: Juan, Candelas, Jose y Quique

Siendo sincero a día de hoy todavía no tengo muy claro cual era la ruta elegida, las inclemencias meteorológicas nos habían obligado a elegir a última hora y la ruta finalmente elegida tenia 2 variantes, al final ni una ni otra, la montaña es la jefa, no hay duda. Con todo decidimos ir al Escorial dejar el coche en la estación, tirar p'arriba y volver de algún lado en el tren.

Así que a las 8:30 equipados hasta la medula arrancamos. Por si alguno no conoce El Escorial, solo decir que desde la estación es todo subir y que tardas 30 minutitos en atravesarlo. A las 9 estábamos a los pies de la presa, por fin íbamos a dejar asfalto y a pisar directamente nieve, por que a partir de aquí la nieve se convirtió en protagonista y juez de nuestro pateo.

Rodeando la presa empezamos a sortear caminos y tirar campo a través, con la cantidad de nieve los caminos casi desaparecidos eran lo de menos. Esto unido a una resaca considerable debido a que unos desalmados que me liaron la noche anterior me hicieron sudar la gota gorda y algo más para llegar al la fuente del Cerbunal, desde la presa hasta aquí acumulas 718m, que unidos a los 146m de la estación hasta la presa hacen que en 9 km. subas cerca de 1000m. que no esta nada mal.

Por el camino nos encontramos un chico con 2 cachorros de perro subiendo, en seguida le tocó coger a los 2 perrillos en brazos para intentar seguir avanzando, no hace falta ser un lumbreras para saber que eso no tenía sentido, así que un poco mas adelante tuvo que darse la vuelta jurando que él no esperaba tanta nieve, ¿?. Si Anibal iba con unos elefantes, como no voy a poder yo con estos 2 cachorrillos.

A las 11:30 nos pusimos a comer en la fuente, según paramos un montañero con raquetas de nieve nos contó que el apenas pudo subir un poco más por la cantidad de nieve. A éste se le unió un hombre mayor que nos dijo que hincáramos el culo y volviéramos, que no había manera. Queríamos comprobarlo, intentarlo y disfrutar un poco más, así que con el buche lleno nos lanzamos para arriba. No mucho más, esa es la verdad, apenas 300m mas adelante tuvimos que dar la vuelta porque literalmente se te clavaban las piernas hasta la cadera y la imagen de Juan intentando sacar la otra pierna tirando con las manos no se me olvidara en la vida.

La montaña nos obligo a bajar al bar del pueblo a tomarnos unas cervezas y si ella lo dice... Eso sí decidimos hacer un poco el cabra, corriendo por el monte, subiendo ñascos, en fin disfrutando como enanos. Alguna que otra caída más tarde llegamos a un bar, tampoco nos complicamos demasiado, el primero que vimos. Unas cervezas, unas morcillitas y pa casa, en mi caso a dormir como un rey, que estaba muerto. No llegamos donde queríamos, pero el espectáculo visual fue tremendo y siempre habrá otra para subir.

MAPA