Primeros días del otoño y últimos días para disfrutar de los deportes acuáticos para pre-principiantes.
El Embalse de Picadas se encarga de recoger y almacenar el agua que deja pasar el famoso Pantano de San Juan, es un pequeño paraíso cercano a Madrid. Como es de prever los festivos más calurosos del año se convierte en un vagón de metro japones donde apenas se puede andar, pero buscando el momento... el embalse es nuestro.
Remamos hacia abajo, hacia arriba, por debajo del puente, hicimos carreras y aunque les dejábamos ventaja siempre ganábamos nosotros jejejeje
Jaime remaba tan deprisa que la canoa se levantaba de la proa.
La pobre Zara esta vez se tuvo que quedar en tierra.
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