Hacía mucho tiempo que no salíamos los cramponeros, digamos más veteranos, todos (o casi) juntos. También hacía tiempo que rondaba por nuestro cabeza salir en alguna ocasión a hacer noche durante la ruta. Lo difícil realmente es encontrar la fecha, cuando esa coincide lo demás se convierte en moco de pavo... ¿o no tanto?
Comenzamos la ruta en el parking que se encuentra a la salida de Nava del Barco en dirección a Umbrías. El intinerario de subida al Corral del Diablo, primer circo de esta aventura, está narrado en: Corral del Diablo, algunas fotos en: Corral de Diablo II y más fotografiado en: Corral del Diablo III. Así que como anécdota añadir que en esta ocasión sí había virgen en la hornacina.
Es normal sentir un placer inexplicable al sentarse en el cesped que cubre la presa de la laguna... aunque esté llena de "lacasitos de cabra montesa". No hay que despreciar que para llegar hasta ahí hay que recorrer algo más de 9 kilómetros con una ascensión acumulada superior a los 700 metros.
Pasar la noche en este lugar, en compañía de unos buenos colegas, una noche de luna casi nueva despejada y estrellada, una temperatura ideal para meterse en el saco "con calcetines", disfrutar de la pantalla panorámica de altísima resolución y... unos traguitos de vino "Mayor de Castiiiiiiiiillaaaa" es algo que de veras no tiene precio.
Por la mañana nos hicimos un poco los remolones y comenzamos a andar sobre las 07:30 h. Subimos paralelos al único chorro de agua potable que encontramos procedente de la Fuente del Ronchito. Creo que esto se debe tener en cuenta si se hace esta ruta en las estaciones más secas, desde aquí hasta el Chozo del Anselmo no localizamos más sitios... a mano, para poder coger agua fiable. En unas dos horas llegamos al Circo de Los Caballeros y dimos cuenta del desayuno que bien nos habíamos merecido después de subir 200 metros y descender otros tantos por un piornal de esos en los que está prohibido perder la senda. En la foto La Covacha, nuestro objetivo después del descanso y avituallamiento.
Al alcanzar la cuerda que llega desde los Riscos Morenos y echar la vista atrás se ve la laguna y la Garganta de Los Caballeros. Al fondo y al Oeste, entre el Peludillo y Los Campanarios aparece majestuoso el Pico Almanzor.
Al Sur La Garganta de Cuartos con sus Riscos Morenos en la vertiente izquierda de bajada, la verdad es que tienen cierta similitud con Los Galayos.
En el Alto de la Cruceta dejamos la mochila y desde ahí, el ascenso hasta La Covacha se hace sencillo. Tampoco teníamos mucho tiempo para disfrutarlo, hasta el coche faltaban unos 15 kilómetros, casi todo descenso, pero...
¡Menudo descenso! Desde La Covacha hasta donde comienza a llanear antes de la laguna, se bajan casi 600 metros en una distancia de poco más de 2 kilómetros. Una cuesta mortal con muchos tramos delicados: piedras sueltas, destrepes, pendientes constantes de alta inclinación, etc.
Se debe considerar la posibilidad de utilizar otra vía que parte desde la Laguna Cuadrada, es un poco más larga pero creo que las pendientes no son tan cañeras. Aunque hasta esta laguna llegamos en una expedición anterior, la subida la hicimos con crampones sobre un manto de nieve. No se puede comparar, son dos montañas distintas las de invierno y las de verano.
Llegar a la cabecera de la laguna y ver el Circo del Barco echando un vistazo atrás es muy reconfortante aunque todavía quede mucho camino con las piernas castigadas. Este tramo está descrito en Circo del Barco, al menos hasta el Chozo del Anselmo donde cogimos agua (solo caía un hilillo, atención con el agua en verano) y comimos. Desde aquí seguimos por la garganta abajo intentando seguir los hitos que en este tramo son escasos con salto de muro en un par de ocasiones.
Y cuando por fin llegamos al coche ¡rueda pinchada!, nunca sabes en que momento la montaña puede darte la sorpresa. La ruta la califico como difícil por varias razones: Aunque se hace en dos jornadas la distancia acumulada es muy cercana a los 30 kilómetros con una ascensión acumulada de casi 750 metros el primer día y casi 550 metros el segundo, eso supone un acumulado total cercano a los 1300 metros. Todo lo que se sube hay que bajarlo con lo cual el segundo día hay un acumulado de descenso de unos 1300 metros de los cuales 600 requieren destreza, técnica y unas condiciones tanto físicas como psíquicas apropiadas. La climatología puede ser muy severa en cualquier época del año, sin descartar posibles cambios repentinos propios de la media y la alta montaña. Tal vez lo más sencillo pueda ser la orientación, teniendo en cuenta que hay tramos no tan bien definidos y que en situaciones adversas las cosas pueden cambiar mucho. Además hay otros factores como la distancia a lugares habitados o carreteras, los desprendimientos de piedras, el uso de manos para progresar o el peso añadido a la mochila al ser ruta de dos días.
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